viernes, 7 de febrero de 2014

La Paciencai y la No Violencia

Caucasum era un joven valiente, experto espadachín, que soñaba con convertirse en el mejor guerrero del mundo. En todo el ejército no había quien le venciera en combate, y soñaba con convertirse en el gran general, sucediendo al anciano cobardón que ocupaba el puesto. El rey le apreciaba mucho, pero el día que le contó su sueño de llegar a ser general, le miró con cierto asombro y le dijo:


– Tu deseo es sincero, pero no podrá ser. Aún tienes mucho que aprender.


Aquello fue lo peor que le podía pasar a Caucasum, que se enfureció tanto que abandonó el palacio, decidido a aprender todas la técnicas de lucha existentes. Pasó por todo tipo de gimnasios y escuelas, mejorando su técnica y su fuerza, pero sin aprender nuevos secretos, hasta que un día fue a parar a una escuela muy especial, una gris fortaleza en la alto de una gran montaña. Según le había contado, era la mejor escuela de guerreros del mundo, y solo admitían a unos pocos alumnos. Por el camino se enteró de que el viejo general había estudiado allí y marchó decidido a ser aceptado y aprender los grandes secretos de la guerra.
Antes de entrar en la fortaleza le obligaron a abandonar todas sus armas. “No las necesitarás más. Aquí recibirás otras mejores.” Caucasum, ilusionado, se desprendió de sus armas, que fueron arrojadas inmediatamente a un foso por un hombrecillo gris. Uno de los instructores, un anciano serio y poco hablador, acompañó al guerrero a su habitación, y se despidió diciendo: “En 100 días comenzará el entrenamiento”.
¡100 días! Al principio pensó que era una broma, pero pudo comprobar que no era así. Los primeros días estaba histérico y nervioso, e hizo toda clase de tonterías para conseguir adelantar el entrenamiento



Pero no lo consiguió, y terminó esperando pacientemente, disfrutando de cada uno de los días. El día 101 tuvieron la primera sesión. “ Ya has aprendido a manejar tu primera arma: la  Paciencia,” comenzó el viejo maestro. Caucasum no se lo podía creer, y soltó una breve risa. Pero el anciano le hizo recordar todas las estupideces que había llegado a hacer mientras estaba poseído por la impaciencia, y tuvo que darle la razón.” Ahora toca aprender a triunfar cada batallas.” Aquello le sonó muy bien a Caucasum, hasta que se encontró atado a una silla de pies y manos, subido en un pequeño pedestal, con docenas de aldeanos trepando paliza. Tenía poco tiempo para actuar, pero las cuerdas estaban bien atadas y no pudo zafarse. Cuando le alcanzaron, le apalearon.
El mismo ejercicio se repitió durante días, y Caucasum se convenció de que debía intentar cosas nuevas. Siguió fallando muchas veces, hasta que cayó en la cuenta de que la única forma de frenar el ataque era acabar con la ira de los aldeanos. Los días siguientes no dejó de hablarles, hasta que consiguió convencerles de que no era ninguna amenaza, sino un amigo. Finalmente, fue tan persuasivo, que ellos mismos le libraron de sus ataduras, y trabaron tal amistad que se ofrecieron para vengar susu palizas contra el maestro. Era el día 202.


-” Ya controlas el arma más poderosa, la Palabra, pues lo que no pudieron conseguir ni tu fuerza ni tu espada, lo consiguió tú lengua”.
Caucasum estuvo de acuerdo, y se preparó para seguir su entrenamiento.
“Esta es la parte más importante de todas. Aquí te enfrentarás a los demás alumnos”. El maestro le acompaño a una sala donde esperaban otros 7 guerreros. Todos parecían fuertes, valientes y fieros, como el propio Caucasum, pero en todos ellos se distinguía también la sabiduría de las dos primeras lecciones. “Aquí lucharéis todos contra todos, triunfará quien pueda terminar en pie”. Y así cada mañana se enfrentaban los 7 guerreros. Todos desarmados, todos sabios, llamaban al grupo de fieles aldeanos que conquistaron en sus segundas pruebas, y trataban de influir sobre el resto, principalmente con la palabra y haciendo un gran uso de la paciencia. Todos urdían engaños para atacar a los demás cuando menos lo esperasen, y sin llegar ellos mismos a lanzar un golpe, dirigían una feroz batalla…


Pero los días pasaban, y Caucasum se daba cuenta de que sus fuerzas se debilitaban, y sus aldeanos también. Entonces cambió de estrategia. Con su habilidad de palabra, renunció a la lucha,y se propuso utilizar sus aldeanos y sus fuerzas en ayudar a los demás a reponerse. Los demás agradecieron perder un enemigo que además se brindaba a ayudarles, y recrudecieron sus combates. Mientras, cada vez más aldeanos se unían al grupo de Caucasum, hasta que finalmente, uno de los siete, llamado Tronor, consiguió triunfar sobre el resto. Tan sólo había resistido unos pocos aldeanos junto a él. Cuando terminó y se disponía a salir triunfante, el maestro se lo impidió diciendo: “No, sólo uno puede quedar en pie”. Tronor se dirigió con gesto amenazante hacia Caucasum, pero este, adelantándose, dijo:
–¿De veras quieres luchar?¿No ves que somos 50 veces más numerosos? Estos hombres lo entregarán todo por mí, les he permitido vivir libres y en paz, no tienes ninguna opción.


Cuando dijo esto, los pocos que quedaban junto a Tronor se pusieron del lado de Caucasum. ¡Había vencido!
El maestro entró entonces con una sonrisa de oreja a oreja: “De todas las grandes armas, la Paz es la que más me gusta. Todos se ponen de su lado tarde o temprano”. El joven guerreo sonrió.



Verdaderamente, en aquella escuela había conocido armas mucho más poderosas que todas las anteriores.
Días después se despidió dando las gracias a su maestro, y volvió a palacio, dispuesto a disculparse ante el rey por su osadía. Cuando este le vio acercarse tranquilamente, sin escudos ni armas, sonriendo sabia y confiadamente, le saludó:

–¿Qué hay de nuevo, General?



REFLEXIÓN:
En este cuento, se ve la importancia de erradicar la violencia del mundo, ya que el arma más poderosa es la palabra y la más convincente. Además tiene una gran ventaja sobe las demás de las armas, y es que con ella no se masacran vidas, ni tampoco originan guerras.
Cuando Caucasum gana la "batalla" tan solo convenciendo a los aldeanos de que se unan a su bando, nos damos cuenta de que no hacen falta los enfrentamientos bélicos, pues todo se puede arreglar con la paz.

jueves, 6 de febrero de 2014

Habilidades básicas de convivencia

Había una vez un hombre que salió un día de su casa para ir al trabajo, y justo al pasar por delante de la puerta de la casa de su vecino. sin darse cuenta se le cayó un papel importante. Su vecino. que miraba por la ventana en ese momento, vio caer el papel, y pensó:
-¿Qué descarado. el tío va y tira un papel para ensuciar mi puerta. disimulando descaradamente!
Pero en vez de decirle nada, planeó su venganza, y por la noche vació su papelera junto a la puerta del primer vecino. Este estaba mirando por la ventana en ese momento y cuando recogió los papeles encontró aquel papel tan importante que había perdido y que le había supuesto un problemón aquel día. Estaba roto en mil pedazos. y pensó que su vecino no sólo se lo había robado, sino que además lo había roto y tirado en la puerta de su casa. Pero no quiso decirle nada, y se puso a preparar su venganza. Esa noche llamó a una granja para hacer un pedido de diez cerdos y cien patos, y pidió que los llevaran a la dirección de su vecino, que al día siguiente tuvo un buen problema para tratar de librarse de los animales y sus malos olores. Pero éste, como estaba seguro de que aquello era idea de su vecino, en cuando se deshizo de los cerdos comenzó a planear su venganza.
Y así, uno y otro siguieron fastidiándose mutuamente, casa vez más exageradamente, y de aquel simple papelito en la puerta llegaron a llamar a una banda de música, o una sirena de bomberos, a estrellar un camión contra la tapia, lanzar una lluvia de piedras contra los cristales, disparar un cañón del ejército y finalmente, una bombaterremoto que derrumbó las casas de los dos vecinos...
Ambos acabaron en el hospital, y se pasaron una buena temporada compartiendo habitación. Al principio no se dirigían la palabra, pero un día, cansados del silencio, comenzaron a hablar; con el tiempo, se fueron haciendo amigos hasta que finalmente, un día se atrevieron a hablar del incidente del papel. Entonces se dieron cuenta de que todo había sido una coincidencia, y de que si la primera vez hubieran hablado claramente, en lugar de juzgar las malas intenciones de su vecino, se habrían dado cuenta de que todo había ocurrido por casualidad, y ahora los dos tendrían su casa en pie...
Y así fue, hablando, como aquellos dos vecinos terminaron siendo amigos, lo que les fue de gran ayuda para recuperarse de sus heridas y reconstruir sus maltrechas casas.
Reflexión:
Nosotras pensamos que si desde el principio los dos vecinos hubieran hablado sobre el tema del papel y hubieran aclarado las cosas, la convivencia habría sido mucho más buena y la historia no habría acabado de tal manera.
Por tanto, antes de agrandar un problema hay que intentar ver cual es su origen, intentar razonar sobre él y solucionarlo de la mejor manera posible.
Hecho por: Karen Martín y Vega Sánchez.

4-DON POR FAVOR

Había una vez un rey que daba risa. Parecía casi de mentira, porque por mucho que dijera ``haced esto´´ o ``haced lo otro´´, nadie le obedecía. Y como además era un rey pacifico y justo y que no quería ni castigar ni encerrar a nadie en la cárcel, resultó que no tenía nada de autoridad, y por eso dio a un gran mago el extraño encargo de conseguir una poción para que le obedecieran. El anciano, el más sabio de los hombres del reino, invento mil hechizos y otras tantas pociones; y aunque obtuvo resultados tan interesantes como un caracol luchador o una hormiga bailarina, no consiguió encontrar la forma de que nadie obedeciera al rey. Se entero un joven, que se presento rápido en palacio, enviando a decir al rey que él tenía la solución. El rey apareció al momento, ilusionado y el recién llegado le entregó dos pequeños trozos de pergamino, escritos en una increíble tinta de muchos colores.

- Estos son los conjuros que he preparado para usted, alteza. Utilizad el primero antes de decir aquello que queráis que vuestros súbditos hagan, y el segundo cuando lo haya terminado, de forma que una sonrisa os indique que siguen bajo su poder. Hacedlo así, y el conjuro durara para siempre.

Todos estaban intrigados esperando oír los conjuros, el rey el que más. Antes de utilizarlos, los leyó varias veces para sí mismo, tratando de memorizarlos. Y entonces dijo, dirigiéndose a un sirviente que pasaba llevando un gran pavo entre sus brazos:

-        - Por favor, Apolonio, ven aquí y déjame ver ese estupendo pavo.

El bueno de Apolonio, sorprendido por la amabilidad del rey , a quien jamás había oído decir ``por favor´´ , se acerco , dejando al rey y a cuantos allí estaban sorprendidos de la eficacia del primer conjuro. El rey, tras mirar el pavo con poco interés dijo:

-         Gracias, Apolonio puedes retirarte.

Y el sirviente se alejo sonriendo. ¡Había funcionado! Y además, ¡Apolonio seguía bajo su poder, tal y como había dicho el extraño! El rey, agradecido, colmo al joven de riquezas, y este decidió seguir su viaje.

Antes de marcharse, el anciano mago del reino se le acerco, preguntándole donde había obtenido tan extraordinarios poderes mágicos, rogándole que los compartiera con él. Y el joven, que no era más que un inteligente profesor, le contó la verdad:

-Mi magia no reside en esos pergaminos sin valor que escribí al llegar aquí. Las saque de la escuela cuando era niño, cuando mi maestro repetía constantemente que educadamente y de buenas maneras, se podía conseguir todo. Y tenía razón. Tu buen rey solo necesitaba buenos modales y algo de educación para conseguir todas las cosas justas que el quería.

Y comprendiendo que tenía razón, aquella misma noche el mago se deshizo de todos sus aparatos y cachivaches mágicos, y los cambio por un buen libro de buenos modales, dispuesto a seguir educando a su brusco rey.

Reflexión :
Mario Valle: Es un breve pero buen cuento sobre cómo debemos comportarnos con los demás y que utilizando las ``palabras mágicas´´ por favor y gracias se pueden conseguir muchas cosas. Que la gente te haga caso, una sonrisa y dar una buena impresión. De otra manera, si no tienes educación la gente no te hace tanto caso y causas una mala impresión.


David Sainz: Me parece un cuento muy bueno para inculcar a la gente la importancia que tiene la educación y los buenos modales para conseguir las cosas y que te presten caso. Todo el mundo debería detener al menos unos básicos buenos modales y así causar buena impresión a la demás gente.

Habilidades básicas de convivencia

NO ERES RESPONSABLE DE LA CARA QUE TIENES,ERES RESPONSABLE DE LA CARA QUE PONES.

Se dice que hace tiempo,en un pequeño y lejano pueblo,había una casa abandonada.Cierto día,un perro buscando refugio del sol,logró meterse en ella.El perro subió las viejas escaleras de madera.Al terminar de subirlas se encontró con una puerta semiabierta,lentamente se adentró en el cuarto.Para su sorpresa,se dio cuenta de que dentro de la habitación estaban 1000 perros más,observándolo tan fijamente como él los observaba a ellos.

El perro comenzó a mover la cola y levantar sus orejas poco a poco,los 1000 perros hicieron lo mismo y después sonrío y le ladró alegremente a uno de ellos.El perro quedó sorprendido al ver a los 1000 perros que también le sonreían y le ladraban alegremente a él.Cuando el perro salió del cuarto pensando para sí mismo:
-¡Qué lugar tan agradable....Voy a venir más veces a visitarlo!

Al poco tiempo,otro perro callejero entró en el mismo lugar y se encontró con la puerta del cuarto también entreabierta y entrando en ella y ver al los 1000 perros,se sintió amenazado pues le estaban mirando de forma agresiva.Después se puso a gruñir,y los 1000 empezaron también a gruñirle.El perro empezó a ladrarles ferozmente y los 1000 perros le ladraron también a él.Cuando salió de la habitación pensó:
-¡Qué lugar tan desagradable!,nunca más volveré.
En frente de la casa se encontraba un letrero viejo que decía:''La casa de los 1000 espejos''.
Todos los rostros del mundo son espejos.Decide cual es el rostro que llevarás por dentro y ese será el que mostrarás.
Procedencia

REFLEXIÓN
La moraleja de este cuento es que si tratas bien a la gente te tratarán bien a ti y,si les tratas mal,también te tratarán mal ellos a ti.Así que,,tenemos que tratar a los demás como queremos que nos tratan ellos a nosotros.
Tenemos que ser como un espejo para los demás,si somos amables recibiremos un trato parecido al que das.Si ni siquiera ayudamos cuando nos lo piden no nos ayudarán a nosotros cuando lo necesitemos. Se trata de la reciprocidad
Al poco tiempo,otro perro callejaro entró en e l mismo lugar y se encon  

GRACIAS Y POR FAVOR

EL PAIS DE “GRACIAS Y POR FAVOR”
Amador es un niño exigente, de esos que dicen: “quiero esto”, y se lo tienen que dar al momento. Es como si pensara que todo el mundo le debe algo. Si queréis comprobar lo que os digo, escondeos detrás de aquel árbol y escuchadlo vosotros mismos.
-¡Oiga, señora! ¿Qué hora es?
-Querrás decir: por favor – le responde el niño con una amable sonrisa.
-No, quiero decir lo que he dicho – dice Amador malhumorado: pero como ya veo que usted no me lo dice, se lo preguntaré a ese niño ¡Eh tú, chaval! ¿Qué hora es?
-Querrás decir: por favor – le responde el niño con una amble sonrisa.
-¡Moscas! Pero, ¿qué pasa en este lugar? ¿Estáis todos mal de la olla? ¡Pues que os zurzan! Cogeré el autobús y me iré a otra parte gruñe Amador, enfadado, y le grita al conductor del autobús -: ¡Eh, pare, pare!
Pero cuál será su sorpresa cuando ve que el autobús pasa de largo.
-¡Moscas!, exclama, enfadado -, Pero… ¿por qué no para? Está bien me iré andando.
-Gracias por haberme elegido para caminar.
Amador pega un respingo. ¿Quién habrá dicho eso? No hay nadie a la vista…
-Por favor, mira hacia tus pies, yo estoy debajo.
Amador mira debajo de sus pies y solo ve la acera. Entonces piensa: “¿Una acera que me da las gracias por pisarla? ¡Moscas!, esto ya es demasiado, me largo a otra parte”. Y echa a andar. A un lado y a otro. Va furioso, sin fijarse donde pisa.
Finalmente llega al mismo parque de antes. En realidad, solo estaba dando vueltas en círculo.
-¡Uf, que cansado estoy!, exclama. Me sentaré un rato en este banco.
Pero el banco se echa hacia atrás y Amador se pega un batacazo.
-¡Moscas! ¿Qué le pasa a este banco? ¡Se ha movido! Y el árbol también se ha alejado de mí. Y las flores también se van. Y ahora el sol se esconde detrás de una nube. ¿Qué es lo que está pasando? ¿Por qué se van todos? – grita y patalea.
-Quizás te has olvidado de ser educado – le dice el hada Mandolina.
-¿Qué chorrada es esa? – responde Amador malhumorado.
El hada Mandolina le pide al sol que le explique a Amador por qué se esconde.
-Llevo toda la mañana calentándole y ni las gracias me ha dado.
-Ni a mí por mi sombra – dice el árbol.
Ni a mí por el descanso – dice el banco - ¿Lo ves? – dice el hada. Desde ahora no olvides que con “gracias” y “por favor” vivimos todos mucho mejor.
Amador vuelve a casa cabizbajo y se acuesta pensando en las palabras del hada. Al día siguiente, antes de irse al colegio, le dice a su madre:
-Adiós mamá, y muchas gracias por el desayuno tan rico que me has preparado.
-Hijo de nada, me alegro de que te haya gustado.
Luego le dice a su padre:
-Por favor, papá, ¿podrás comprarme una caja de colores en la papelería que está al lado de tu oficina? Y por cierto, dale las gracias a tu amigo Manolo por las chapas.
-¿Qué le pasa a Amador que da las gracias y pide por todo por favor? – dice su hermana.
-Porque he comprendido que con “gracias” y “por favor” vivimos todos mucho mejor.

COMENTARIO:
Esta historia me ha hecho ver que debemos dar gracias y pedir las cosas por favor, porque es un gesto de amabilidad que a todos nos gusta recibir de otras personas. Si nosotros queremos recibir gestos de amabilidad, debemos darlos.
Procedencia 

2.- LA AMABILIDAD

En Suecia, cuando una muchacha sale de la ceremonia de matrimonio,la madre la espera en la puerta de la iglesia y deposita en sus labios 1 cucharadita de azúcar diciéndole: "Si tus palabras son dulces, tu vida y tu matrimonio transcurrirá en paz".
Que gran verdad es esta.
La palabra amable multiplica amigos; calma la cólera. Cuanta que un muchacho llego muy tarde a casa pensando en los insultos que contestaría a su madre si lo regañaba. Pero la madre con ese don innato que tienen las madres no le hizo ningún reproche. Dejo que llegará a la cama y cuando tiritando de frio iba a descalzarse, se le acercó ella con una taza de café caliente diciéndole: "hijo con esta noche tan fría, una taza de café te haría bien para que puedas dormir tranquilo.
"El muchacho no se esperaba eso...¡Quedo desarmado¡... Y manso como un cordero. Abrazo a su madre diciéndole: "mama eres demasiado buena", "te pasas de buena", "te juro que no volveré a llegar tarde".
Claro que esto no sucede todos los días; pero lo que si sucede con seguridad es que la palabra amable conmueve los corazones.



REFLEXIÓN 

Es verdad que una palabra amable siempre viene bien y más cuando es a seres queridos como familiares, amigos pero también a todo el mundo. Y ser amable es una cualidad muy buena para todo el mundo y en la historia se ve como el chico ya entraba cabreado y pensando lo que la iba a decir hasta que entra u se da cuanta que su madre no está cabreada y le aluda porque tiene frío y al chico le hace reflexionar sobre su conducta con su familia.

miércoles, 5 de febrero de 2014

Recibimos lo que damos

Desde que era muy niño, Mateo dedicó todas sus energías a encontrar el Saco Mascota, el más famoso objeto que había creado el mago Cachuflo. Nadie sabía qué tenía dentro para hacerlo tan especial, pero según decían, era capaz de hacer todo lo que su mago le ordenara. Mateo, convertido en un poderoso caballero, fue implacable en su búsqueda, superando todo aquello que se interponía en su camino, y cuando sus esfuerzos tuvieron recompensa y encontró el saco viviendo escondido en una cueva, se sintió el hombre más feliz del mundo. 

Pero resultó que el saco estaba lejos de ser una buena mascota: gruñía cada vez que le pedían hacer algo, incluso aunque el caballero le amenazaba con sus armas; si algo se le metía en la cabeza no había forma de sacárselo, y no dejaba de morder, por más golpes que le daba Mateo para que no lo hiciera. Decepcionado tras meses de aguantar tan insufrible mascota, mateo decidió venderla en el mercadillo, pero era tan molesta e insolente, que apenas nadie se acercaba a preguntar su precio. Entonces se acercó Diana, una anciana mujer ciega, conocida de todos en aquella ciudad por su amabilidad y optimismo. 

 - Yo me quedaré con tu mascota, aunque no tengo mucho para pagarte. 

Mateo se sintió aliviado al deshacerse del molesto saco, pero al momento vio cómo el saco hacía todo tipo de juegos y cariñosas piruetas con la anciana. Lleno de sorpresa, lo arrancó de sus manos, pero nuevamente el saco se tornó agresivo e insufrible. Entonces, rojo de ira, y tras arrojarlo al suelo, tomó su espada y lo rajó de arriba a abajo. 

Y al hacerlo, quedó petrificado. Por el roto comenzaron a salir cientos de pequeños Mateos, todos furiosos y gritones, que lanzaron toda su furia contra el caballero. Y posiblemente hubieran acabado con él, si no fuera porque Diana se agachó a tomar el saco, y al hacerlo, todos los Mateos se transformaron en amables Dianas, volvieron al saco, cerraron la abertura, y comenzaron a jugar con su nueva dueña...

Así comprendió Mateo que nada había malo en aquel saco que no estuviera previamente en él mismo, y con el mismo empeño que persiguió el saco, se propuso mejorarse a sí mismo. Y lo consiguió de tal forma, que cuando la adorable Diana le dejó el saco poco antes de morir, realizaron juntos tantas proezas y tan maravillosas, que darían para escribir cien. 



RAZONAMIENTO:
Esta historia nos da a entender que lo que damos recibimos, como bien dice el titulo. EL protagonista es un claro ejemplo, Mateo es ambicioso, prepotente y violento, el saco es el reflejo de la personalidad y carácter de su dueño, esa sería la explicación por la cual el Saco Mascota se comportaba amable y cariñosamente con la anciana Diana, ya que ella se comportaba de la misma forma con él. El relleno del saco era el relleno de su dueño o portador. Como conclusión final podríamos decir que la moraleja del cuento es la empatía, es decir, si quieres que alguien se porte bien contigo pórtate bien tú con él.

Saber dar las gracias

Al ser agradecidos es algo que deberíamos intentar poner en practica a diario. Hay muchas personas con las cuales o por las cuales podríamos estar agradecidas, como personas que se cruzan por nuestra vida, personas a las que hemos olvidado y otras que se han olvidado de nosotras, pero pese a ello, de una forma fugaz, formaron parte de nuestra vida, y nos han dejado algo para recordar, como un gesto, una palabra o una sonrisa.

Algunas cosas por las que deberíamos estar agradecidas cada día.

· La familia

· El trabajo

· El alimento

· El techo

· Los amigos

· La naturaleza


Son cosas por las que constantemente damos gracias a dios que tenemos, pero hay muchas personas que egoístamente no dan mérito a quien corresponde dar, concediéndoselo a su propio talento, habilidades, o capacidades, olvidando que detrás de un triunfo hay personas que han jugado un papel importante en su desarrollo, como los padres, para dar ejemplo.

Decir gracias no nos quita ni siquiera un segundo, aun así y a pesar de ser algo tan difícil de dar, muchas veces nos dejamos absorber por las preocupaciones del día a día, se nos olvida que detrás de un mostrador, o de un escritorio, hay una o varias personas dedicando su tiempo, tratando siempre de dar un buen servicio al público; se nos olvida que nos inundamos de basura porque hay alguien que se encarga de llevarla donde corresponde.

Muchas veces somos agradecidas pero no lo demostramos, porque damos por sentado que lo saben, o damos un agradecimiento superficial, sin detenernos un segundo para acompañar ese gracias con una sonrisa, sabiendo que la palabra "gracias" es muy sencillo de pronunciar y acompañada de una sonrisa, alegra el alma de todo humano, después de todo el corazón siendo tan grande le basta muy poco para satisfacerse de lo hermoso.


Comentario:
Me parece muy buena historia. Nos enseña a dar las gracias a todo el mundo y a dárselas con una sonrisa en la boca.